Su delicioso sabor a miel, muesli y frutas la convierte en una opción irresistible para los más pequeños, mientras que su preparación instantánea facilita su uso en cualquier momento. Además, contribuye al desarrollo cognitivo y al sistema inmunitario gracias a su alto contenido en hierro, zinc y vitaminas. Sin duda, una excelente manera de introducir nuevos sabores y nutrientes esenciales en la dieta de tu bebé. 

Consejo técnico

Indicada en la alimentación complementaria de los bebés a partir de los 8 meses, resulta ideal para introducir nuevos sabores y como fuente de hidratos de carbono complejos, fibra y micronutrientes esenciales.

Modo de uso

La preparación es instantánea.

No necesita cocción, únicamente disolver en el líquido elegido para obtener una papilla de textura suave, homogénea y de agradable sabor.

- Para comer con cuchara: vierte en un bol/plato 200 ml de la leche caliente que el bebé tome habitualmente. Añade 40 g de papilla (8 cucharadas soperas rasas) y remueve hasta obtener una textura homogénea.

- Para tomar en biberón: añade al biberón con leche caliente 1 o 2 cucharadas soperas rasas.

Agita hasta obtener una mezcla homogénea